Concepto de personas, estilo de vida y positividad corporal. Hermosa joven morena con kilos de más de pie junto a la ventana en casa, cruzando los brazos sobre el pecho, teniendo mirada pensativa, reflexionando

Formas sostenibles de combatir la obesidad en adultos mediante cambios en el estilo de vida

La obesidad es uno de los grandes problemas sanitarios del siglo XXI. Según la Organización Mundial de la Salud, más de 650 millones de adultos en todo el mundo y 95 millones en EE.UU. lucha contra la obesidad. No se trata sólo de los números de la báscula; es una puerta de entrada a enfermedades cardiacas, diabetes y algunos tipos de cáncer. Pero el camino para vencer la obesidad suele estar lleno de dietas de moda, soluciones rápidas y métodos poco realistas.

¿La buena noticia? Las investigaciones demuestran que los cambios en el estilo de vida son una de las soluciones a largo plazo más eficaces contra la obesidad. En este post, veremos formas prácticas y basadas en pruebas para ayudarle a usted o a sus seres queridos a iniciar el camino hacia una vida más sana.

Comprender la obesidad

¿Qué es la obesidad?

La obesidad es tener demasiada grasa corporal. Los profesionales sanitarios utilizan el Índice de Masa Corporal (IMC) como una forma rápida y sencilla de medir el peso. Un IMC de 30 o más es obesidad. El IMC no tiene en cuenta la masa muscular ni otros factores, pero es un buen punto de partida para evaluar los riesgos para la salud.

Riesgos sanitarios

La obesidad aumenta el riesgo de:

  • Enfermedades cardiovasculares como la hipertensión y los infartos de miocardio.
  • Diabetes de tipo 2, una enfermedad en la que el organismo no puede procesar el azúcar.
  • Problemas articulares debidos a la presión adicional sobre rodillas y caderas.
  • Problemas psicológicos como depresión, baja autoestima y ansiedad.

Por qué importa el estilo de vida

Aunque los tratamientos médicos y las intervenciones quirúrgicas como la cirugía bariátrica pueden ser una opción, no son el primer paso. Los cambios en el estilo de vida, que se centran en la dieta, el ejercicio y el comportamiento, son la base para cualquiera que quiera alcanzar y mantener un peso saludable.

Para perder peso, las directrices recomiendan programas de alta intensidad durante 6 meses con al menos 14 sesiones con un profesional formado. Las investigaciones demuestran que los participantes en estos programas, ya sean sesiones individuales o en grupo cara a cara, pueden perder hasta 8 kg (8% de su peso corporal) en 6 meses. Esta pérdida de peso suele ir acompañada de grandes mejoras en los factores de riesgo cardiovascular y en el bienestar general.

Enfoques del estilo de vida para la obesidad

Cambios de comportamiento

Los cambios de comportamiento son la base del éxito a largo plazo. He aquí cómo hacerlos:

  • Autocontrol: Llevar un diario de alimentos, ya sea en papel o mediante una aplicación, puede aumentar el conocimiento de los hábitos alimentarios. Los estudios demuestran que un seguimiento constante permite controlar mejor el peso.
  • Fijación de objetivos: No se fije objetivos poco realistas, como perder 10 kilos en un mes. En su lugar, establece hitos alcanzables de 1 o 2 kilos a la semana.
  • Sistemas de recompensa: El refuerzo positivo funciona. Celebra las pequeñas victorias, como meterte en unos vaqueros viejos, con recompensas no alimentarias, como un día de spa o nueva ropa de deporte.

Cambios en la dieta

La nutrición es clave para controlar el peso. En lugar de seguir dietas de moda, céntrate en cambios sostenibles:

  • Comidas equilibradas: Un plato sano tiene proteínas magras, cereales integrales, grasas saludables y muchas verduras. Por ejemplo, cambia el arroz blanco por quinoa y acompáñalo con pollo a la plancha y brócoli asado.
  • Alimentación consciente: Preste atención a las señales de hambre y saciedad. Come despacio y saborea cada bocado para evitar comer en exceso.
  • Evite los alimentos procesados: Los tentempiés procesados tienen un alto contenido en azúcares añadidos, grasas poco saludables y calorías. Opta por alimentos integrales como fruta fresca, frutos secos y yogur.

Actividad física

El ejercicio no consiste sólo en quemar calorías, sino en construir un estilo de vida saludable.

  • Empezar poco a poco: Si es la primera vez que hace ejercicio, intente caminar entre 10 y 15 minutos al día. Aumente la duración y la intensidad con el tiempo.
  • Encontrar la alegría en el movimiento: Elige actividades que te gusten, ya sea bailar, nadar o hacer senderismo, para mantener la constancia.
  • El entrenamiento de fuerza es importante: Incorporar ejercicios de resistencia 2-3 veces a la semana ayuda a construir músculo, lo que aumenta tu metabolismo incluso cuando estás en reposo.

Barreras psicológicas

La salud mental es clave para controlar el peso.

  • Gestión del estrés: El estrés elevado puede provocar una alimentación emocional. Prueba a respirar profundamente, meditar o escribir un diario para gestionar el estrés de forma saludable.

Terapia cognitivo-conductual (TCC): La TCC le ayuda a identificar y cambiar los patrones de pensamiento negativos que conducen a hábitos poco saludables. Por ejemplo: "No puedo seguir una dieta" o "Estoy aprendiendo a tomar decisiones más saludables".

Sistemas de apoyo

Nadie debería tener que hacerlo solo.

  • Apoyo a grupos: Únete a un grupo de pérdida de peso o a una comunidad en línea para obtener apoyo, consejos y responsabilidad.
  • Familia y amigos: Haga que sus seres queridos participen en sus cambios de estilo de vida. Cocinar juntos platos saludables o hacer retos de fitness en familia hace que el proceso sea más divertido.

Mantenimiento de la pérdida de peso: Retos y estrategias

Recuperación de peso

Perder peso es sólo la mitad de la batalla; mantenerlo es a menudo la parte más difícil. Las investigaciones demuestran que, sin un apoyo continuado, las personas tienden a recuperar aproximadamente un tercio del peso perdido durante el primer año posterior al tratamiento, y más con el paso del tiempo. Esto sucede por varias razones:

  1. Factores medioambientales: Sin un apoyo continuado, las personas pueden recaer en viejos hábitos que promueven una alimentación poco saludable y la inactividad.
  2. Esfuerzo físico: Mantener la pérdida de peso requiere el mismo esfuerzo que perder peso en primer lugar, lo que a muchos les resulta menos gratificante con el tiempo.
  3. Adaptaciones biológicas: La pérdida de peso provoca cambios metabólicos, una tasa metabólica en reposo más lenta y una menor quema de calorías durante el ejercicio. Además, los cambios hormonales -aumento de la grelina (hormona del hambre) y disminución de la leptina (hormona de la saciedad)- pueden aumentar el hambre y los antojos, dificultando el cumplimiento de la dieta.

Recomendaciones para mantener el peso a largo plazo

Para combatir la recuperación del peso, las directrices recomiendan programas estructurados de mantenimiento a largo plazo. He aquí las principales recomendaciones:

  • Apoyo continuado: El contacto regular con un profesional cualificado, al menos una vez al mes, ayuda a las personas a mantener la responsabilidad y la motivación. Las investigaciones demuestran que un seguimiento constante, como reuniones en persona, llamadas telefónicas o correos electrónicos, reduce el riesgo de recuperar peso.
  • Actividad física: Mantener la pérdida de peso requiere altos niveles de actividad física (200-300 minutos a la semana). Este nivel de actividad compensa la mayor eficiencia energética del organismo tras la pérdida de peso y se asocia a mejores resultados a largo plazo.
  • Dieta baja en calorías: La clave está en una dieta adaptada al nuevo peso corporal del individuo. Esto significa ajustar la ingesta de calorías a las nuevas necesidades energéticas del cuerpo tras la pérdida de peso.
  • Autocontrol: Se ha demostrado que pesarse con regularidad, por ejemplo semanalmente, se asocia a un mejor mantenimiento del peso. El Registro Nacional de Control de Peso lo incluye entre los hábitos de las personas que mantienen una pérdida de peso significativa a lo largo del tiempo.

Pruebas del éxito del mantenimiento del peso

Las investigaciones demuestran que los programas integrales de mantenimiento del peso funcionan:

  • Resultados a largo plazo: 35-60% de las personas que participan en estos programas mantienen una pérdida de peso de al menos 5% durante más de 2 años. Aunque no es mucho, esta cantidad de pérdida de peso puede tener importantes beneficios para la salud: mejora de los marcadores cardiovasculares y metabólicos.
  • La mirada Estudio AHEAD: Este estudio demostró el poder de los seguimientos regulares y los cursos de actualización. Las personas que recibieron apoyo bimensual perdieron una media de 4,7% en 4 años, frente a 1,0% en el grupo de control. 45% del grupo de intervención mantuvieron una pérdida de 5% o más.

El papel de la farmacoterapia en el mantenimiento

A algunas personas les puede ayudar añadir medicación a su plan de mantenimiento del peso:

  • Medicamentos aprobados por la FDA: Se ha demostrado que fármacos como la liraglutida, la fentermina-topiramato y la naltrexona-bupropión ayudan a mantener el peso al abordar los cambios hormonales y energéticos.
  • Complementar los cambios en el estilo de vida: Combinar la medicación con cambios en el estilo de vida puede magnificar los resultados: más pérdida de peso y más sostenibilidad. La medicación puede ayudar a contrarrestar el aumento del hambre y la reducción de las necesidades calóricas tras la pérdida de peso.

Esperanza para el futuro

Aunque es difícil, muchas personas consiguen una pérdida de peso significativa a largo plazo. Por ejemplo, el Registro Nacional de Control de Peso muestra que algunas personas mantienen más de 10 kilos perdidos durante más de un año. Se están llevando a cabo investigaciones para identificar los factores que contribuyen a estos éxitos y para desarrollar nuevos tratamientos que ayuden a más personas a superar las barreras biológicas y ambientales que dificultan la pérdida de peso.

Mediante la combinación de programas estructurados, actividad física, ajustes dietéticos y, cuando procede, farmacoterapia, muchas personas están encontrando formas de mantener su pérdida de peso y mejorar su calidad de vida.

Superar los retos

Obstáculos comunes

  • Tiempo: Entre el trabajo, la familia y otros compromisos, encontrar tiempo para la salud parece imposible. Consejo: Empieza con hábitos pequeños y factibles, como un paseo diario de 10 minutos o preparar la comida de la semana.
  • Coste de los alimentos saludables: Comer sano no tiene por qué ser caro. Elige opciones asequibles como legumbres en conserva, verduras congeladas y frutas de temporada.
  • Falta de motivación: Todos tenemos bajones. Consejo: Revisa tu "por qué" y busca un compañero que te ayude a mantenerte en el buen camino.

El progreso por encima de la perfección

La pérdida de peso no es lineal. Habrá altibajos, pero cada paso adelante cuenta. En lugar de centrarte en los contratiempos, celebra el trabajo que estás realizando para crear un mañana más saludable.

Cuándo pedir ayuda

A veces, los cambios en el estilo de vida por sí solos pueden no ser suficientes. Sepa cuándo acudir a un profesional sanitario:

  • Si tiene enfermedades subyacentes como diabetes o hipertensión que deban controlarse.
  • Si has probado múltiples enfoques y te sientes estancado.
  • Si la obesidad está afectando tanto a su vida, puede plantearse la posibilidad de tomar medicamentos con receta para perder peso o someterse a una cirugía bariátrica bajo supervisión médica.

Participe hoy en un estudio sobre la obesidad

La obesidad es una enfermedad dura, pero puede controlarse con compromiso y el enfoque adecuado. Si introduces pequeños cambios sostenibles en tus hábitos diarios, podrás perder peso y vivir mejor.

El camino hacia una mejor salud empieza con un paso. ¿Cuál es tu primer paso hoy? Ya sea cambiar los refrescos por agua, caminar después de cenar o acudir a un grupo de apoyo, recuerde que no está solo. El camino puede ser duro, pero los resultados merecen la pena.

Mientras tanto, se investiga para hacer frente a la epidemia de obesidad a mayor escala. Los ensayos clínicos lideran la búsqueda de nuevos tratamientos, tecnologías e intervenciones para ayudar a las personas a perder peso. Al participar en estos estudios o apoyarlos, estamos sentando las bases de soluciones que podrían cambiar vidas. Nuestro trabajo en este campo consiste en dar a las personas más herramientas y esperanza en su lucha contra la obesidad. Juntos, mediante la investigación y los cambios en el estilo de vida, podemos marcar la diferencia.

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