El melanoma maligno puede ser una forma de cáncer especialmente peligrosa y se necesitan más opciones terapéuticas. Ahora, unos investigadores informan en ACS Medicinal Chemistry Letters que una bacteria del agua de mar ha inspirado pistas prometedoras para una forma totalmente nueva de tratar la enfermedad.
En el melanoma, las células cancerosas se forman en los melanocitos, las células que dan color a la piel. Aunque los nuevos casos de la mayoría de los tipos de cáncer están disminuyendo, los de melanoma -la forma más mortal de cáncer de piel- siguen aumentando, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC). Si el melanoma hace metástasis o migra a otras partes del cuerpo, el pronóstico es malo y las opciones de tratamiento son limitadas. Recientemente se han aprobado nuevos agentes quimioterápicos dirigidos contra los melanomas con las llamadas mutaciones "BRAF", pero algunos de estos tumores ya están mostrando resistencia a estas terapias. William Fenical, James J. La Clair, Leticia Costa-Lotufo y sus colegas decidieron que la mejor solución sería apuntar a una vía bioquímica completamente distinta del melanoma.
En 2014, los investigadores descubrieron que la semiquinona, un producto natural aislado de una rara bacteria marina, mostraba una actividad potente y selectiva contra las células de melanoma en un tubo de ensayo. Y lo que es aún mejor, fue la primera molécula pequeña que actuaba contra una proteína concreta implicada en la proliferación del cáncer. En su nuevo trabajo, el equipo identificó los componentes estructurales del producto natural clave para su actividad y modificó otras partes de la molécula para hacerla más soluble en agua y más fácil de purificar. Ambos pasos son necesarios para hacerlo más adecuado como fármaco. Los investigadores están perfeccionando estos derivados de semiquinona para optimizar su actividad contra el melanoma.
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