El investigador de la Universidad de Vanderbilt William Mitchell, M.D., Ph.D., y sus colegas de Alemania y Canadá han demostrado un método para detectar ADN tumoral "libre de células" en el torrente sanguíneo.
Mitchell cree que esta técnica transformará el diagnóstico del cáncer y permitirá predecir los resultados del tratamiento y controlar la respuesta del paciente a la terapia.
En un amplio estudio retrospectivo de muestras de sangre, los investigadores demostraron que el método, denominado "biopsia líquida", podía distinguir con precisión el cáncer de próstata de los controles normales sin conocimiento previo de la "firma" genética de los tumores, y con una sensibilidad más de tres veces superior a la del actual cribado del antígeno prostático específico (PSA).
El estudio aparece en el número de enero de Clinical Chemistry (volumen 61, página 239), dedicado al "Diagnóstico molecular: Una revolución en marcha".
Basándome en los datos presentados y en los trabajos en curso, creo que la "biopsia líquida" revolucionará el diagnóstico del cáncer, no sólo antes de que el paciente empiece la terapia, sino también después de que responda a ella", afirma Mitchell, autor del artículo y catedrático de Patología, Microbiología e Inmunología.
En el estudio se recogió suero de más de 200 pacientes con cáncer de próstata y más de 200 controles. Las muestras incluían los niveles de PSA y la graduación de la biopsia de tejido prostático, denominada puntuación de Gleason.
Los investigadores informaron de que la técnica distinguía el cáncer de próstata de los controles normales con una precisión del 84%, y el cáncer de la hiperplasia benigna y la prostatitis con una precisión del 91%.
Dado que el método cuantifica la inestabilidad cromosómica inherente al cáncer y puede seguirse en función del tiempo sin tener que hacer una biopsia invasiva de tejido, se denomina "biopsia líquida".
Desde hace muchos años se sabe que las células moribundas, incluidas las tumorales, vierten ADN al torrente sanguíneo.
Pero sólo recientemente la tecnología, en particular la "secuenciación de nueva generación", ha permitido distinguir y cuantificar de forma fiable el ADN específico del cáncer de los controles normales mediante la identificación y localización cromosómica de miles de millones de fragmentos específicos de ADN presentes en la sangre como ADN libre de células.
El estudio sobre el cáncer de próstata identificó 20 "puntos calientes" de mayor inestabilidad cromosómica como adiciones o deleciones en menos del 0,5 por ciento del ADN total presente en los cromosomas humanos.
Mientras investigadores de todo el mundo trabajan en sus propias "biopsias líquidas", Mitchell afirma que la técnica del grupo adopta un enfoque más amplio. Examina todo el genoma en lugar de mutaciones puntuales de genes específicos conocidos.
Los paneles de mutaciones robustos mejoran enormemente el seguimiento, ya que las células cancerosas borran constantemente ADN cromosómico y las biopsias líquidas con sólo una o dos mutaciones permitirán que las variantes de escape de las células cancerosas pasen desapercibidas, afirmó.
Dado que se estudió todo el genoma, los investigadores pudieron identificar una región no codificante del genoma como "punto caliente", que podría estar generando elementos de control cromosómico no reconocidos previamente en el cáncer de próstata.
Los otros 19 "puntos calientes" eran ricos en genes implicados en procesos de replicación y control celular muy relevantes para el cáncer.
"Dado que el ADN libre de células tiene una vida media relativamente corta en la circulación, la secuenciación del ADN libre de células poco después de la terapia puede utilizarse para detectar la enfermedad residual mínima en tumores sólidos", señaló Mitchell.
Los investigadores comunicaron resultados similares en un estudio sobre el cáncer de mama en la reunión anual de 2013 de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO), celebrada en Chicago. Mitchell predijo además que las biopsias líquidas cuantificarán las respuestas tumorales inmediatas a la terapia.
El autor principal del artículo, el doctor Steven Narod, y sus colegas, entre ellos los doctores Robert Nam y William Zhang, de la Universidad de Toronto, proporcionaron las muestras clínicas y los datos no identificados de los pacientes para el estudio.
Chronix Biomedical, de Alemania, se encargó de la secuenciación de nueva generación. Entre los coautores de Chronix se encuentran el primer autor y director de tecnología, el doctor Ekkehard Schütz, la doctora Julia Beck, y el doctor Howard Urnovitz, cofundador y consejero delegado de Chronix Biomedical.
Mitchell es miembro independiente del consejo de administración de Chronix.
Fuente: Universidad de Vanderbilt
Fecha: 5 de enero de 2015
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