Christofer Toumazou, profesor del Imperial College de Londres, con su chip Genealysis, capaz de analizar el ADN en 30 minutos y sin necesidad de laboratorio. El chip se alimenta de un mecanismo que utiliza la entrada biológica del ADN para ejecutar el análisis. El mecanismo patentado ha sido nominado para el Premio al Inventor 2014 de la Oficina Europea de Patentes.
Christofer Toumazou cree que puede cambiar el mundo con su lema "un chip, un bicho - un chip, un medicamento". Nominado al premio Inventor Europeo 2014 de la Oficina Europea de Patentes en la categoría de Investigación, Toumazou cofundó tres empresas de diagnóstico y terapia médica "inteligentes" y es titular de más de 50 patentes en total, 40 de ellas relacionadas con la atención sanitaria y la tecnología de semiconductores.
La nominación honra la patente de Toumazou de la tecnología que hay detrás de lo que él llama el chip Genealysis, un chip similar a un USB alimentado por la biología del ADN en lugar de una entrada eléctrica más tradicional. Los chips pueden analizar el ADN en 30 minutos y sin necesidad de laboratorio.
Impulsado por la devastadora enfermedad renal genética de su hijo, Toumazou espera que los chips puedan desempeñar un papel importante en la detección precoz de enfermedades y la medicina personalizada. La tecnología se acerca ahora un paso más a los consumidores a través de la industria cosmética no regulada, como medio de eliminar el estigma asociado a tales dispositivos.
De la electrónica de consumo a los microchips biológicos
Toumazou, catedrático de Ingeniería del Imperial College de Londres, afirma que sus investigaciones iniciales en electrónica de consumo le mostraron que, si bien el mundo digitalizado en constante crecimiento era estupendo para los consumidores, resultaba problemático para los sectores sanitario y biológico.
"Lo que me apasiona es pasar del mundo digital basado en el consumo al mundo sanitario utilizando tecnologías similares -microchips y chips informáticos- a las que se emplean para la telefonía móvil, pero interconectándolas con la biología", explica. "[Para ello] no necesitamos la gran precisión del mundo digital; lo que necesitamos es que estos dispositivos sean inteligentes, de bajo consumo y portátiles. Queremos eliminar el intrusismo de estas tecnologías, así como el estigma de que son médicas."
Con esta filosofía, Toumazou creó una prótesis coclear "sustitutiva" para niños sordos de nacimiento. El resultado fue un microchip de bajo consumo que podía conectarse a la biología del niño sin apenas consumir energía y hacer lo mismo que un implante coclear tradicional.
"Para mí, ese fue el comienzo", dice. "Se trataba de ofrecer una terapia utilizando microchips".
Mientras Toumazou seguía centrándose en los microchips para biología, cofundó Toumaz Technology y creó lo que él llama un "parche digital", algo parecido a un pequeño vendaje, que se pega al pecho y monitoriza continuamente las constantes vitales mediante un procesador en miniatura.
Poco después de la fundación de Toumaz Technology, al hijo de Toumazou le diagnosticaron una enfermedad renal genética y, posteriormente, sufrió una insuficiencia renal.
Fuente: Christina Jakubowski, Redactora de Noticias
SUSCRÍBASE A NUESTRO BLOG EN EL MENÚ DE LA BARRA LATERAL DERECHA PARA RECIBIR NUESTRAS ENTRADAS DIARIAS DIRECTAMENTE EN SU CORREO ELECTRÓNICO
SUSCRÍBASE A NUESTRO BOLETÍN PARA RECIBIR UN CORREO MENSUAL CON MÁS NOTICIAS RELEVANTES DEL SECTOR Y DE LA EMPRESA