Los adultos jóvenes que sólo consumían marihuana con fines recreativos mostraron anomalías significativas en dos regiones cerebrales clave que son importantes en la emoción y la motivación, informan los científicos. El estudio es fruto de la colaboración entre Northwestern Medicine y el Hospital General de Massachusetts/Escuela de Medicina de Harvard.
Se trata del primer estudio que demuestra que el consumo ocasional de marihuana está relacionado con cambios cerebrales importantes. Demostró que el grado de anomalías cerebrales en estas regiones está directamente relacionado con el número de porros que una persona fuma a la semana. Cuantos más porros fumaba una persona, más anormales eran la forma, el volumen y la densidad de las regiones cerebrales.
"Este estudio pone en tela de juicio la idea de que el consumo ocasional de marihuana no se asocia a malas consecuencias", afirma Hans Breiter, profesor de psiquiatría de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern y psiquiatra del Hospital Northwestern Memorial. Breiter es catedrático de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern y psiquiatra del Hospital Northwestern Memorial.
“Algunas de estas personas sólo consumían marihuana para colocarse una o dos veces por semana," afirma Breiter. "La gente cree que un pequeño consumo recreativo no debería causar problemas si a alguien le va bien en el trabajo o en los estudios. Nuestros datos dicen directamente que no es así".
El estudio se publica en la revista Journal of Neuroscience.
Los científicos examinaron el núcleo accumbens y la amígdala -regiones clave para la emoción y la motivación y asociadas a la adicción- en los cerebros de consumidores ocasionales de marihuana y no consumidores. Los investigadores analizaron tres medidas: el volumen, la forma y la densidad de la materia gris (es decir, donde se encuentra la mayoría de las células del tejido cerebral) para obtener una visión global de cómo se veía afectada cada región.
Estas dos regiones en los consumidores de marihuana recreativa estaban anormalmente alteradas para al menos dos de estas medidas estructurales. El grado de esas alteraciones estaba directamente relacionado con la cantidad de marihuana que consumían los sujetos.
Cabe destacar que el núcleo acccumbens era anormalmente grande, y su alteración en tamaño, forma y densidad estaba directamente relacionada con cuántos porros fumaba un individuo.
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Fuente: Universidad Northwestern
Presentado por Fomat Medical
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