La FDA trabaja para proteger a los participantes en los ensayos clínicos garantizando que los voluntarios cuenten con información confiable antes de tomar la decisión de unirse o no a un ensayo clínico.
El gobierno federal cuenta con reglamentos y guías para realizar estudios clínicos para proteger a los participantes de riesgos irrazonables. Exigen a los investigadores que den a los posibles participantes información completa y precisa sobre la naturaleza exacta de cada paso de un ensayo.
Por lo tanto, antes de unirse a un estudio, los participantes reciben un documento de consentimiento informado en el que se describen sus derechos como participantes. También se les proporciona información sobre el estudio, incluidos los posibles riesgos.