Los científicos han desarrollado una técnica que permite medir hasta qué punto los fármacos contra el cáncer alcanzan sus objetivos dentro del organismo. Muestra células cancerosas individuales en un tumor en tiempo real, revelando qué células interactúan con el fármaco y a qué células no llega el fármaco. En el futuro, las conclusiones, publicadas en Nature Communicationspodría ayudar a los médicos a decidir el mejor tratamiento para los pacientes con cáncer.
El hecho de que la quimioterapia no llegue a todas las células cancerosas de un tumor es una de las principales causas de los malos resultados del tratamiento. Para estudiar este problema en detalle se necesita una técnica que mida con precisión la capacidad de los fármacos para unirse a sus dianas en el organismo, lo que se denomina "interacción fármaco-diana".
Las técnicas actuales no permiten determinar a qué células se dirigen los fármacos contra el cáncer. Esto se debe a que las mediciones se realizan a partir de biopsias de cáncer licuadas, por lo que el material de diferentes células se mezcla.
Investigadores del Instituto Francis Crick y del Imperial College de Londres han desarrollado una forma de medir y visualizar la interacción entre el fármaco y la célula tumoral mediante un microscopio fluorescente en miniatura.
Utilizando esta técnica, trazaron un mapa del modo en que el fármaco quimioterapéutico doxorrubicina (Adriamicina) actúa sobre las células del cáncer de ovario en ratones vivos. Descubrieron variaciones significativas en la relación fármaco-objetivo entre las células de un mismo tumor y entre tumores diferentes. También observaron que el efecto del fármaco sobre la diana era mayor cuando la doxorrubicina se administraba mediante inyección abdominal en lugar de por vía intravenosa, el método preferido actualmente por los médicos que tratan a pacientes en muchas clínicas.
"Nuestros hallazgos demuestran que, en un modelo de ratón, la administración de doxorrubicina a través de la sangre no llega a todas las células diana del organismo, lo que podría explicar por qué este fármaco quimioterapéutico sólo es parcialmente eficaz en algunas pacientes con cáncer. Por el contrario, la administración directa del fármaco en el abdomen adyacente a los tumores de ovario mejoró su eficacia, pero no fue suficiente para destruir las células cancerosas", afirma Erik Sahai, autor principal del artículo y jefe de grupo en el Instituto Francis Crick.
"Si sabemos que un fármaco específico contra el cáncer no llega a todas las células de un tumor, es posible que necesitemos encontrar formas de mejorar la administración del fármaco en todo el tumor. Por el contrario, si sabemos que el fármaco sí alcanza su diana, pero sigue sin ser lo suficientemente eficaz, es posible que debamos explorar otros fármacos o combinaciones de fármacos".
Cómo funciona
La técnica consiste en obtener imágenes de la interacción entre dos moléculas sensibles a la luz. En este estudio, el equipo marcó el ADN del interior de las células cancerosas con proteína verde fluorescente (GFP), que puede transferir energía a la doxorrubicina -intrínsecamente sensible a la luz- cuando está lo suficientemente cerca. El cálculo de la eficacia de esta transferencia de energía se utilizó para determinar en tiempo real la unión entre el fármaco y el ADN de distintas células cancerosas.
El equipo confía en poder adaptar su técnica para que funcione con otros fármacos quimioterapéuticos y en combinación con biosensores diseñados que marquen fluorescentemente las células cancerosas, de modo que puedan medir la interacción entre el fármaco y la diana en diversos escenarios preclínicos.
Fuente: https://www.dddmag.com/news/2018/07/new-method-reveals-how-well-cancer-drugs-hit-their-targets
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