Investigadores oncológicos del UT Southwestern Medical Center han identificado una proteína crítica para la propagación de células cancerosas mortales y han determinado cómo funciona, allanando el camino para su posible uso en el diagnóstico y, con el tiempo, en posibles fármacos terapéuticos para detener o ralentizar la propagación del cáncer.
La proteína, Aiolos, es producida por células sanguíneas normales, pero comete una especie de "robo de identidad" de las células sanguíneas cuando es expresada por células cancerosas, lo que permite a estas últimas metastatizar, o extenderse, a otras partes del cuerpo. Las células cancerosas metastásicas tienen la capacidad de desprenderse del tejido, circular por el torrente sanguíneo y formar tumores por todo el cuerpo, actuando en cierto modo como células sanguíneas.
"Se trata de un descubrimiento importante porque la propagación metastásica de los tumores es responsable de la inmensa mayoría de las muertes relacionadas con el cáncer. Ahora que conocemos la función de Aiolos, podemos plantearnos una intervención terapéutica", afirmó el Dr. Lance Terada, catedrático de Medicina Interna y jefe de la División de Medicina Pulmonar/Crítica de la UT Southwestern.
La investigación, disponible en línea y en la revista Cancer Cell, descubrió que Aiolos, que se expresa con frecuencia en los cánceres de pulmón, es un factor predictivo de un pronóstico marcadamente peor en los pacientes con cáncer de pulmón.
Aiolos pertenece a una clase de proteínas llamadas factores de transcripción, que controlan qué genes se activan o desactivan uniéndose al ADN y a otras proteínas. Una vez unidas al ADN, estas proteínas pueden promover o bloquear la enzima que controla la lectura, o "transcripción", de los genes, haciéndolos más o menos activos.
Aiolos disminuye la producción de proteínas de adhesión celular e interrumpe los procesos críticos de adhesión celular, incluidos los procesos que permiten a las células tisulares anclarse a su entorno físico, un requisito necesario para que las células sobrevivan y se propaguen. Las células metastásicas no necesitan esta adhesión, lo que les permite proliferar. Aiolos también reprime otra proteína llamada p66Shc, que de otro modo suprimiría la capacidad metastásica, es decir, la capacidad de las células cancerosas para propagarse.
"A pesar de su importancia, los comportamientos celulares responsables en gran medida de la mortalidad por cáncer no se conocen bien", afirmó Terada. "Nuestro estudio revela un mecanismo central por el que las células cancerosas adquieren características de células sanguíneas para ganar capacidad metastásica y amplía nuestros conocimientos en este campo".
Fuente: Centro Médico UT Southwestern